Manifiesto
“El mundo está enfermo.”
No lo dijo un filósofo. Ni un médico. Y mucho menos un político. Fue una niña.
Una niña como muchos otros niños. Las verdaderas víctimas de un mundo que les agrede cada día. Que les explota. Que les niega sus derechos. Y contra esa enfermedad no basta con una curita. Hay que llegar a la raíz. Curar sanando. Curar educando.
En Educo creemos que la educación es lo único que puede acabar con situaciones y tradiciones que explotan y agreden a los niños y niñas. Utilizarla contra hábitos que normalizan la violencia. Y transmitirla en gobiernos, familias, escuelas y comunidades.
Educar hoy. Para garantizar un mañana que no deje a nadie atrás.
EDUCACIÓN
En El Salvador aproximadamente 1,300,224 personas de 4 a 29 años no asisten a ninguna modalidad educativa. De esta representación poblacional un 34.8% corresponde a la etapa de Primera Infancia.
(Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples – EHPM – DIGESTYC, 2022)
PROTECCIÓN
En 2022, las Juntas de Protección de la Niñez y Adolescencia registraron 22,351 casos de niñas, niños y adolescentes víctimas de diversas formas de violencia, incluyendo negligencia, maltrato, embarazos en adolescentes y abusos sexuales.
(Observatorio de CONAPINA)
PARTICIPACIÓN
Aproximadamente 7 de cada 10 adolescentes no participan en ninguna organización comunitaria que les brinde la oportunidad de promover y defender sus derechos, ni de participar en la toma de decisiones que les afectan.
(Estudio Cualitativo de Participantes. Educo 2022)
Somos Educo, una ONG que trabaja desde hace más de 30 años en 14 países alrededor del mundo.
En El Salvador tenemos más de 22 años de trabajar por el bienestar y los derechos de la infancia, en especial el derecho a recibir una educación de calidad. Acompañamos a niñas, niños y adolescentes y los alejamos de las injusticias y desigualdades del mundo para que puedan ser la mejor versión de ellos mismos y desarrollen todo su potencial.
Educar y protegerlos hoy para llegar a donde quieran mañana.
Escuchamos a las niñas y los niños y acompañamos a sus familias para que las necesidades de la infancia sean cubiertas y el acceso a una educación de calidad, también en contextos inciertos, sea una realidad. Y lo hacemos en coordinación con la comunidad educativa y con las administraciones o Gobiernos para que los cambios sean reales.
Todo esto es gracias al apoyo de muchas personas, entidades y empresas que confían en nuestro trabajo con las que formamos una red protectora y de seguridad que aleja a niñas y niños de los peligros que les acechan. Porque juntos logramos transformar el mundo en un lugar mejor.
Aún hace falta mucho por hacer… Porque el mundo tiene mucho que sanar, pero sobre todo, mucho que aprender.
