Cuando las barreras son más pequeñas que los sueños

La voz y presencia que Gemima Moreno tiene para muchos es innata, está chica de 17 años de edad de un largo y rizado cabello, es reconocida por su histrionismo y capacidad comunicacional, lo que le ha permitido ostentar cargos de liderazgo en su comunidad y muy recientemente el de presidenta de la Casa de Encuentro Juvenil de Teotepeque en departamento de La Libertad, lugar en el que reside.

Ahora su tiempo lo distribuye en sus funciones como presidenta de los jóvenes del municipio y sus estudios de bachillerato “no es fácil, tengo una agenda muy ocupada pero me gusta lo que hago, siento que la Casa de Encuentro me ha abierto puertas y desarrollado más mis habilidades de convivencia y sociales, por eso en el instituto no me cuesta nada”

Pero para llegar a ambos espacios Gemima y su familia tuvieron que tomar decisiones cruciales en su vida, la joven sentía que no iba a seguir estudiando después del noveno grado, tenía un antecedente previo, su hermano mayor no lo había logrado por los escasos recursos económicos en su hogar.

Conversó con sus padres por 4 meses, tratando de convencerles para que le apoyaran pero el dinero no alcanzaba, sin embargo la obstinación y deseos de superación Gemima hicieron que su papá desistiera, el deseo de su hija y el compromiso que ella sentía con sigo misma fue más fuerte que las dificultades.

Ahora había otro problema que había que vencer, Gemima y su familia viven en el cantón San Benito que queda a dos horas del centro del municipio, la comunidad no cuenta con transporte colectivo regular, para llegar al casco urbano deben caminar entre cerros y piedras, bajo un sol abrasador, pasando por un río que en invierno aumenta su caudal, a ello se suma lo solo y deshabitado del camino.

“Mi papá temía por mi seguridad y la de mi hermano mayor, y en un momento volvió a desistir, pero hayamos una solución por medio del alquiler de una habitación en el pueblo y ahí nos quedamos en la semana mientras estudiamos, sé que les cuesta a mis papas pero les agradezco el sacrificio que hacen por nosotros” explica Gemima.

Al ingresar a estudiar no tardó mucho para que toda la comunidad educativa reconociera el talento y capacidades de la joven, Educo y la alcaldía del municipio de Teopeque, llegaron al instituto donde Gemima estudia informando sobre un espacio que se va a abrir para los y las jóvenes, de inmediato la iniciativa llamó su atención y decidió participar, luego de algunas jornadas de reunión, sus compañeros y amigos la eligieron como presidenta de la Casa de Encuentro Juvenil. Ahora es ella junto a un grupo de jóvenes los encargados de desarrollar proyectos para otros chicos, así como ejecutar acciones de capacitación y preparación en derechos y habilidades para la vida hacia sus compañeros.

“La casa de encuentro es un espacio de oportunidades para nosotros los jóvenes, tenemos un lugar para aprender sobre oficios, activadas emprendedoras, aprendo sobre mis derechos, para mí la casa se ha significado un apoyo donde pueden hacer valer lo que yo pienso, estoy viendo la oportunidad de superarme y hacerle ver a otros compañeros sobre sus derechos y luchar junto a ellos para abrirnos camino, eso me hace feliz”

Ahora cuando no está en el instituto estudiando, Gemima se encuentra en la Casa de Encuentro apoyando en proyectos e iniciativas en pro de sus pares.

Las Casas de Encuentro Juvenil son espacios educativos y de formación que fomenta el ejercicio de derechos y la ciudadanía activa, para que los adolescentes y jóvenes sean los gestores de su propio desarrollo bajo un modelo de compromiso social.

El proyecto fue creado por Educo El Salvador desde el año 2001, a nivel nacional ya hay 16 Casas funcionando.