Alicia es Directora País de Educo El Salvador, en sus 22 años de experiencia en organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales ha trabajado en respuestas a emergencias tanto en terreno atendiendo directamente las necesidades de las comunidades, así como también coordinando proyectos desde un rol gerencial.

“Mi llegada al mundo de las oenegés inició tras el paso de la Tormenta Mitch de 1998, oportunidad en la que pude ver y vivir la vulnerabilidad del país, conocer y formarme en gestión del riesgo, pero a la vez, tenía que actuar, me recorrí la costa de oriente, desde El Delirio hasta El Tamarindo coordinando un proyecto que llevaba una combinación de ayuda y acciones de desarrollo”.

En el año 2001, luego de los dos terremotos que causaron muchos daños a la infraestructura del país, Alicia tuvo la oportunidad de coordinar la primera ayuda a la emergencia, desde el levantamiento de censos, diagnósticos, apoyo con las municipalidades, llevar alimentos, ropa, medicamentos, así como coordinar la ayuda posterior a la emergencia con rehabilitación y construcción de viviendas.

“Toda esta respuesta a la emergencia causada por los terremotos fue posible gracias al apoyo de la cooperación internacional y la organización comunitaria, ese tejido social que permitió la transparencia, eficiencia y eficacia en la respuesta. No puedo olvidar esos eventos, mis 3 hijos estaban pequeños y los tenía que proteger, por lo que ellos me acompañaban a actividades de distribución y apoyo”.

En todos estos años, Alicia ha apoyado la respuesta humanitaria a las diferentes emergencias que ha enfrentado el país, como las causadas por las tormentas IDA, 12E, Stan, Amanda y la última emergencia sanitaria COVID-19. Esta última muy atípica, con dificultades y temores, pero que no representó un obstáculo para poder llevar respuestas oportunas a la población.

“Mi mayor satisfacción es poder servir, me ha sensibilizado mucho más. Me satisface ver a mi gente que no se rinde, resilientes, he visto llantos y sonrisas, la sencillez de la niñez, mujeres valientes que enfrentan las situaciones con optimismo, aunque saben que la tienen difícil”

La oportunidad de trabajar con grupos vulnerables ha permitido a Alicia no solo materializar la visión y misión de las organizaciones para las que ha trabajado, sobre todo para ella ha significado: realización, sentido de vida, oportunidad de servicio, de llevar esperanza, alivio, de hacer justicia, de restituir derechos.

“Las personas vulnerables no pueden ni deben ser vistos como sujetos de lástima, debemos empoderarlos, tienen derechos, debemos restituírselos, son capaces de actuar, de proponer soluciones a sus problemas. El reto por trabajar por las causas de las desigualdades y de la injusticia sigue”.

Para Alicia, las emergencias nacionales y globales nos posicionan en un entorno complejo, en el que la violencia multidimensional y las crisis humanitarias se traducen en migraciones masivas, desplazamientos forzados internos, incremento en el número de refugiados, profundización de la pobreza, vivencias muy diversas por las presiones climáticas y nuevas desigualdades derivadas del acceso a la tecnología.

“Las respuestas de los gobiernos no son duraderas, solo mitigan, no hay respuestas sustentables, la pobreza sigue ahí, los grupos poblacionales en desventaja siguen siendo los más impactados. No es posible seguir diciéndole a las personas que sea “resilientes”, ¿cuánto tiempo más podrán serlo?”.