En medio de la pandemia por COVID-19 un pequeño aparato telefónico móvil es para Katherine su principal herramienta de estudio, la adolescente de 11 años de edad nunca se imaginó que iba a recibir asesoría y clases por ese medio que antes no solía usar por falta de recursos.
Desde que en El Salvador se decretó en el mes de marzo la cuarenta domiciliar para toda la población, entre ellos la comunidad estudiantil, la forma de estudiar para Katherine cambió totalmente; viviendo en el área rural no tenía muchas opciones y fue un pequeño celular su principal herramienta de estudio “hago mis tareas por llamada con la maestra o por WhatsApp, por ahí me manda las tareas la profesora. Recibo las guías de ciencia, lenguaje, matemáticas, sociales; en las tardes me pongo a trabajar en ello y me gusta bastante. Ya me estoy adaptando a estudiar así, el Coronavirus no me detiene para hacer las tareas, no fue fácil porque a veces no quiere funcionar el teléfono, pero lo importante es no enfermarse”.
Por su condición económica, la familia de Katherine no tiene acceso a comprar una computadora que le ayude a seguir su jornada escolar desde casa, pero sus papás buscaron la manera de dar solución al problema. Contactaron a la maestra y sugirieron el uso de un teléfono para que tuvieran una comunicación directa para hacer las tareas y así evitar ir por las guías de estudio a la escuela. No fue fácil al principio, pero con la ayuda de su familia Katherine ha establecido una rutina de estudio desde casa “Todo lo hago a mano con unas guías que me dan y ahí las voy contestando, mi maestra me va a evaluar por medio de las guías que estoy trabajando; le mando fotos en el momento que las voy haciendo y ella me va corrigiendo, además de que si no entiendo algo mi mamá me explica”.
No poder ver a los maestros y compañeros es lo que más lamenta del confinamiento, menciona Katherine; su familia ha sido un gran apoyo cuando se pone nostálgica y con ansiedad, el tiempo en casa ha unido mucho más a su familia “me encanta poder comer en familia y a la hora antes no lo hacíamos. Estar más tiempo juntos es bien bonito. Por el trabajo de mi mami era muy difícil antes, ella es la única que trabaja y casi no podía estar con nosotros, me gusta que estemos juntos”.
El confinamiento obligatorio en El Salvador para reducir el riesgo de contagios por COVID-19, ha sido positivo en la reducción de casos, no obstante, para las familias en condiciones de pobreza y con una economía de subsistencia ha tenido mayor impacto, ante ello Educo en El Salvador ha dado una respuesta a la niñez apadrinada o que participa de sus proyectos, como el caso de Katherine y su familia quienes recibieron una dotación de víveres, productos de higiene personal y otros para poder ayudar a su hogar en medio de la crisis “Somos cinco miembros de la familia los que nos beneficiaremos con esta ayuda, damos gracias a quienes lo han hecho posible y a Educo por la entrega”.
Pese a las afectaciones económicas y los cambios por las restricciones de salida y el distanciamiento social Katherine insiste y tiene muy presente que lo hace para protegerse al igual que a sus seres queridos “Estamos pasando por un duro momento todos, pero el mensaje a las personas es que no salgan de sus casas, eso es lo mejor, que se cuiden. Hay que lavarse las manos porque este virus es muy peligroso”.
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